Volcán de Chocolate

Bendito chocolate sin duda alguna se merece un lugar de honor en nuestras cocinas, no solo por su sabor que indiscutiblemente es una maravilla, sino que además muchos estudios demuestran que el cacao es muy sano.

Entre sus componentes el cacao tiene un aminoácido que se llama triptófano, cuando lo consumimos este aumenta la secreción de serotonina en nuestro cuerpo; esta sustancia se asocia a nuestro humor, buen descanso e incluso sexualidad.

Además, el cacao está lleno de antioxidantes, tiene teobromina la cual posee propiedades diuréticas, vasodilatadoras así como de relajación muscular, otros componentes como los flavonoides los cuales ayudan a mejorar la apariencia de la piel y minerales como hierro, cobre, magnesio y manganeso.

En otras palabras, el chocolate es un superalimento, pero ¡cuidado! Porque cuando hablo de todas estas maravillas estamos hablando del cacao en el chocolate. Por eso debemos estar seguros de que el chocolate que consumamos tenga por lo menos un 70 por ciento de cacao para obtener todos estos beneficios.

Aun así, independientemente de las maravillas del cacao, tal vez este postre no es el más sano de mundo, ya que lleva azúcar y mantequilla, pero eso no le quita lo sabroso, y viendo el lado bueno, por lo menos tiene bastante chocolate el cual nos dará una piel hermosa, nos ayudara a descansar mejor y por supuesto nos pondrá de buen humor.

Cada bocado del volcán de chocolate es perfecto, el sabor a chocolate envuelve todos neutros sentidos y si lo acompañamos de un helado de menta las cosas mejoran considerablemente.

Además, por si fuera poco es muy fácil de hacer, incluso es un postre perfecto para cocinar con los niños.

Para hacerlo lo primero es poner a baño maría a fundir el chocolate que debe de ser mínimo 70 por ciento cacao y si consiguen 90 por ciento caco es aún más sabroso. Una vez que el chocolate está fundido se agrega el azúcar, los huevos y la harina.

El siguiente paso es poner la mezcla en ramequines individuales y llevarlos al refrigerador por un mínimo de 3 horas hasta que todo esté bien frío y la consistencia se endurezca. Lo mejor es prepararlos con un día de anticipación, pero no es grave si no se hace.

Una vez fríos se llevan un horno a 200 grados centígrados por 18 minutos, como cada horno es diferente, siempre es recomendable verificar antes de sacarlos. La consistencia que buscamos es la de un pastelito ligeramente dorado por fuera con el centro líquido.

Una vez fuera solo deben espolvoreares un poco de azúcar glass y servir caliente o tibios, después solo queda disfrutar bocado a bocado esta tentación de chocolate.

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