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Me preocupa profundamente como se produce nuestra comida y la indiferencia de la mayoría de nosotros hacia las técnicas y tecnologías que usa la industria.
Uno de los principales temas que me tienen obsesionada y que no comprendo como no preocupan a más personas son los Transgénicos, Organismos Genéticamente Modificados.
Un OGM, es un organismo al cual le han integrado en su ADN el de otro ser vivo. Existen principalmente 2 tipos de transgénicos uno generan toxinas que matan a los bichos que normalmente atacan a la planta, el otro resiste un químico que normalmente mataría la planta eliminando las hierbas al rededor.
Un ejemplo es el maíz BT, una planta que produce su propio veneno y a la hora de ser patentado se registro como un insecticida. Es decir el maíz que te alimenta y que tus hijos consumen es considerado un pesticida.
Este invento para mi es como frankenstein, y tiene muchos elementos preocupantes.
Foto/ thierry ehrmann/ Creative Commons.
Los estudios que se hicieron para sacar al mercado estos alimentos en teoría demostraron que eran inocuos, pero cabe destacar que éstos los hicieron las mismas empresas que producen los transgénicos (Monsanto, Dupont, Syngenta, Bayer, Dow y BASF) y solo se llevo a cabo por un periodo de 3 meses en ratones.
Se discute que no hay estudios que puedan asegurar que los transgénicos sean malos para nuestra salud, argumento que no considero valido. El doctor Gilles-Eric Seralini, un científico francés de biología molecular hizo un estudio donde por 2 años (que es el tiempo que vive una rata) alimento a los roedores con maíz NK603 Roundup Ready de Monsanto.
La idea de Seralini era simple, predecir que puede pasarnos si consumimos durante nuestra vida estos productos.
Además de estudiar el transgénicos en si, investigo sobre los efectos del Rounup el herbicida más utilizado en nuestro planeta y el cual gracias a su uso desmedido se encuentra ya en nuestros ríos, en el aire, el subsuelo y hasta se ha encontrado en nuestra orina.
Sus descubrimientos son realmente preocupantes y alarmantes, los efectos de la dieta en las ratas empezaron a hacerse notorios después de cuarto meses, pero los resultados empezaron a ser aun más evidentes a los 14 meses cuando el 30% de las hembras tenia tumores mamarios, para los 24 meses el 50%, de las ratas que comían una dieta de solo transgénicos tenía tumores mamarios y el 80% de la hembras que comía transgénicos tratados con Roudup también estaban llena de tumores en las mamas, mientras que aquellas ratas que no comieron transgénicos estaban sanas.
Las glándulas pituitarias de las hembras también fueron afectadas, en los machos sus hígados, riñones y tractos digestivos fueron dañados y los niveles de estrógeno en los machos que comieron transgénicos tratados con Rounup se duplico.
Los estudios que hizo de Monsanto se hicieron por un periodo de 3 meses ¡nunca iban a dar ninguna resultado debido a su duración!, y tal vez soy exagerada o paranoica, pero no creo que sea coincidencia la decisión de terminar los estudios a los 3 meses.
Foto: Donna Cleveland : Creative Commons.
Después de que Seralini publicara sus descubrimientos en una revista prestigiosa del mundo de la ciencia, rápidamente se genero una campaña para desacreditarlo. Los científicos que dijeron que el estudio era corrupto o incorrecto están contratados por Monsanto de manera externa, practica que la compañía hace no solo con científicos si no con personajes de la política sobretodo aquellos involucrados en pasar las leyes que ellos necesitan para sus operaciones.
En estados unidos el 85% del maíz, el 91% de la soya, el 88% del algodón y el 90% de la canola son transgénicos y aunque tal vez piensen que no los consumen, resulta que se procesan para convertirse en jarabe de maíz, glucosa, dextrosa, lecitina de soya, entre otros derivados, todos elementos que están en la mayoría de los alimentos procesados como el cereal, en el pan, los refrescos, las salsas preparadas, e incluso en algunas medicinas. Por otro lado el ganado que antes comía pasturas, hoy en su mayoría come maíz, el cual termina en nuestro plato en forma de hamburguesa.
Si comemos alimentos procesados lo más probable es que estemos comiendo organismos genéticamente modificados.
Pero además para ponerle la cereza al pastel hay algo que me molesta de sobremanera ¿como una compañía puede ser dueña de la vida?, al patentar una semilla se esta patentando la vida, ¿cuando se volvió moral patentar la vida?, para mi esto simplemente suena malvado como sacado de una película de terror, pero lo terrible es ¡que no es ficción alguna!
La justificación detrás de los transgénicos es que es la única manera de alimentar al mundo, pero se ha demostrado que esto no tiene fundamento, la agricultura orgánica puede producir la misma cantidad de comida y además produce hasta un 30% más en condiciones de sequía e inundación.
Por otro lado la naturaleza es sabia y los insectos que antes morían con esta tecnología ahora sobreviven y son mas resistentes que antes, las hierbas que antes morían ahora empiezan a resistir al Rounup y los granjeros tienen que rociar más y más de este químico, que según el doctor Seralini nos da cáncer.
Otro ejemplo espeluznante de ésta tecnología es la semilla “terminator” de Monsanto, cuando ésta se poliniza con una variedad endémica, contamina la semilla dándole su propia genética, y como resultado la semilla se vuelve estéril es decir sus semillas ya no darán plantas nuevas.
¿Cuando alimentar al mundo se trato de hacer plantas que no se puedan reproducir?, es contradictorio y simplemente siniestro.
Estas practicas hacen relucir sus verdaderos colores, no creo que se trate de alimentar al mundo, se trata de poder y de dinero, si controlas la comida controlas a los pueblos enteros.
Foto: Mr. Theklan: Creative Commons
Lo peor es que al ir al supermercado no sabes que productos tienen transgénicos por que no están etiquetados. Las mismas empresas que desarrollan esta tecnología, han gastado millones de dólares para que no se etiqueten los productos que llevan organismos genéticamente modificados. ¿acaso no están orgullosos de sus semillas? ¿no deberían alardear que su tecnología está en los alimentos? ¿qué les preocupa?.
En un paquete de cereal con la figura de un animal divertido de colores llamativos, hay un producto lleno transgénicos escondidos en nombres como jarabe de maíz, dextrosa, aceite de canola, etc. y todo en un lindo empaque que parece completamente inofensivo.
Los productores de estos frankensteins modernos no quieren que sepamos lo que comemos, por suerte hay gente que lucha por nuestro derecho a saber sobre lo que comemos, esta lista de Green Peace en México dice que alimentos tienen y cuales no tienen transgénicos.
Cultivar nuestra comida es una solución pero no todo el mundo puede hacerlo. Creo que tenemos derecho a saber que comemos y sobre todo tenemos derecho a elegir lo que comemos y lo que le damos de comer a nuestros hijos.
Si les interesa saber más sobre el tema, les recomendamos vean las películas que recomendamos, todas ellas hablan del tema.
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