Paletas Heladas de Lavanda

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Desde hace un tiempo tengo una obsesión con la lavanda, me encanta su aroma embriagante y su delicado sabor en los platillos, tiene algo único que la destaca por sobre muchas flores comestibles y es que además de ser bonita tiene una presencia aromática y gusto que se destaca.

Así que haciendo honor a la aromática flor y al verano (que por fin parece que llegó)  decidí hacer unas paletas heladas, el resultado fue una paleta cremosa y adictiva con un suave y delicado sabor a lavanda, ¡la cuales me tienen obsesionada!

Uno de los beneficios de este fresco postre es que hacerlas no lleva mucho tiempo, lo malo es que debemos esperar a que se congelen, así que mi recomendación es hacerlas un día antes para poder disfrutarlas al medio día cuando el calor apremia.

Para obtener todo el sabor de la lavanda hice una infusión, puse a cocinar a fuego muy bajo crema liquida, yogur, leche, azúcar y varias flores. Es importante hacer esto fuego bajo revolviendo la mezcla para que no se queme.

Para llegar al sabor perfecto, fui probando la mezcla hasta que el sabor me pareció el correcto. Debe ser un poco más dulce y fuerte de lo normal, ya que al congelarse estos sabores ya no son tan intensos.

Una vez con la mezcla lista la deje enfriar un poco, las colé para eliminar las flores que ya cumplieron su función y puse la mezcla en los moldes de paleta.

Yo tengo unos moldes para este propósito especifico, pero no es necesario tener un molde de paleta para poder hacerlas, se pueden poner en recipientes pequeños de cualquier tipo siempre y cuando sean aptos para congelar.

Una vez que la mezcla está a temperatura ambiente y en los moldes solo hay que llevarla al congelador por lo menos por 4 horas.

¡Esté congelado y fresco postre es mi perdición, no puedo parar de comerlas!

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