Colocar los garbanzos en una charola para horno sin nada, y llevarlos al horno por 45 minutos para que se deshidraten ligeramente.
Sacarlos del horno y colocarles el aceite de ajonjolí, sal y pimenta y llevar nuevamente al horno por 25 minutos, revolviéndolos a los 15 minutos para que se doren por todos lados.
Sacarlos del horno y colocarles la ralladura de limón. Esperar a que se enfríen antes de comerlos.