1. Reserva una hoja de col sin cortar para utilizar de tapa.
2. Elige la receta que prefieras y coloca todos los ingredientes en un bowl, mezcla muy bien.
3. Con la ayuda de tus manos, masajes bien hasta que notes que ha salido bastante líquido, suficiente para cubrir el fermento. Esto es muy importante, tal vez lo más importante de todo el proceso, el chucrut debe fermentar sumergido en su totalidad en el líquido de lo contrario se puede echar a perder.
4. Si lo prefieres puedes juntar todos los ingredientes y antes de masajearlos colocarles algún peso encima, dejarlo por lo menos 30 minutos para que el líquido de las verduras salga más fácil.
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6. Coloca en un frasco de vidrio con capacidad de un litro. Con la ayuda de tus manos aprieta todo el contenido para que quede compacto y el líquido que tiene lo sumerja.
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8. Usa la hoja de col que reservaste para colocar por encima como si fuera una especie de tapa, asegurándote que todo el fermento quede sumergido en el líquido.
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10. Si tienes algo pesado colocado por encima para asegurarte que nada flote, yo suelo poner un vaso pequeño de vidrio (tipo tequilero) por encima que con ayuda de la tapa me aseguro que todo quede debajo del líquido.
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12. Coloca el chucrut en un lugar tibio y sin luz de tu cocina con un plato por debajo por si el líquido se sale del frasco.

Día 2

1. Por la mañana del segundo día, eructa tu frasco. ¿Qué es eructar el frasco? Dejar que saque sus gases.
2. Los primeros días de una fermentación suelen ser muy activos, las bacterias se multiplican rápidamente y como parte de este proceso producen gas, si no liberamos el gas nuestros frascos pueden llegar a explotar.
3. Por eso los primeros 5-7 días debes abrir con mucho cuidado los frascos unas dos veces al día para dejar escapar los gases. Y te digo cuidado, porque sobre todo los primeros días si tus frascos están muy llenos al abrirlos puede salir todo como si hubieras agitado una cerveza antes de abrirla.

Día 3-7

1. Todos los días por la mañana y la noche eructa tu chucrut hasta que notes que produce cada vez menos gas y no sea necesario seguir haciéndolo. Este proceso puede pasar antes o después dependiendo la temperatura y la actividad de tu fermento. No hay una regla exacta, deberás ir revisando cada día, como si fuera un nuevo cachorro en casa al cual estás cuidando. Cuando notes que la actividad baja puedes hacerlo cada vez más espaciado hasta que notes que no es necesario.
2. Dependerá de lo que te guste a ti, yo suelo fermentarlo entre 3 y 4 semanas, pero hay personas que lo prefieren de 5 días. Mi recomendación es que lo pruebes de vez en cuando y cuando el sabor te parezca espectacular entonces está listo. Yo nunca lo he dejado más de 6 semanas y que he encontrado que el punto máximo de sabor para mí es entre tres y cuatro semanas. Una vez listo colócalo en el refrigerador, te durará por un mes sin problemas.