En un estudio donde se estudiaron a personas sin diabetes se encontró que moverse después de comer reducía tanto la glucosa como la insulina. (1)
Este estudio investigó cómo una sola sesión de cardio continuo durante más de 30 minutos afecta la regulación de la glucosa y otras hormonas que influyen en la salud metabólica a largo plazo. El ejercicio tenía que ser de al menos 30 minutos a una intensidad fija en una cinta rodante (caminar o correr) o cicloergómetro.
El estudio también analizó no solo la glucosa, sino también la insulina y el glucagón, hormonas que ayudan a mantener estable el nivel de azúcar en la sangre, ya sea elevándolo o reduciéndolo.
Cuando tienes demasiada glucosa en la sangre, la insulina se libera para llevar la glucosa al interior de la célula. El glucagón, por otro lado, eleva los niveles de azúcar en la sangre al convertir el glucógeno almacenado en glucosa cuando se nos baja mucho la glucosa en la sangre.
Los investigadores encontraron que hacer cualquier ejercicio cardiovascular, independientemente de la intensidad, dentro de las seis horas después de la comida disminuyó significativamente los niveles de glucosa e insulina a comparación de no moverse. Estos resultados fueron similares en todos los grupos de edad y entre hombres y mujeres.
Así que uno de los consejos que siempre doy a mis pacientes es sencillo, gratis y super efectivo.
Después de comer sal a caminar por mínimo 10 minutos. Los resultados son geniales y si tienes perro este será muy feliz con los múltiples paseos al día.
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